lunes, 30 de noviembre de 2009

MI DÍA...


Me desperté empapada, no sé si de sudor o de lágrimas
estuve sentada por un largo rato en medio de mi cama...
hasta que las sábanas me secaron toda, aún contra mi voluntad
y esos poros míos, sometidos, me escupieron a la realidad.

Tú, ya no estabas, mi piel sigue esperando que aparezcas
mi día principiante va caminando ansioso, sin detenerse
con paso serio... pero tambaleándose.

¿Dónde andarás tú? ¿A quién estarás inundando, con esos charcos negros?... ¿Quién estará temblando, gracias a tus manos? ¿Es tan dificil hablarme?, mi día pasa corriendo para llegar a dormir a tiempo; no me di cuenta que el sol se había cansado de alumbrarme mientras te pensaba. Me pareció que le bastaron dos segundos para crecer y con esa prisa suya de alcanzar al sol lo derrumba todo... cuando empiezo a saborear tu sombra, cuando cruzamos tres palabras, se va corriendo y en esos piesesitos de niño inquieto, se lleva todos los besos que te tejí por la tarde para que me voltearas a ver.

1 comentario:

  1. y esperar q lo q escupe el cuerpo es una mentira y desear q lo q el sueño te dijo sea una constante verdad...a veces pasa, pero el mejor consuelo por ahora es saber q pronto va a anochecer y quiza mientras duermas quien ya no esta se presente nuevamente

    ResponderEliminar