sábado, 9 de mayo de 2009

Cama...


"Tirada en la cama, atravesándola... y pensándote. Tan lejos, tan improbable, tan temeroso tu recuerdo, tanto como lo estabas el día de la despedida... en aquel aeropuerto, donde se quedaron anclados mis sueños; donde volteaba hacía atrás cada que podía para buscar tu mirada y encontrar en ella la promesa extraña y falsa de que me esperarías... sentadito en tu cama.

Esa, que tantas noches fue nuestra alfombra mágica, la que nos apartaba para no seguir luchando por nuestros cuerpos, tu por el mío, yo por el tuyo... la que me invitaba a desnudarme e ir trepando tu espalda... ¿Estarás en tu cama ahora... como yo estoy en la mía?... No creo que exista tal realidad, por eso prefiero cerrar los ojos, soltarme el cabello... sentirlo como roza mi espalda, mis hombros, mis pechos... y lo confundo con tus manos, eso me asusta! Por eso lloro despacio; tragándome los gritos, me quito la blusa, después el sostén y dejo mis pechos al aire... mientras sigo llorando.

Mis manos vacías de tí, tan llenas de tu ausencia... miro después mis piernas, quito de un tiro el pantalón, las miro atenta! aún sigue tu huella... no soporto ese hastío y me tiro en la cama de nuevo; llenando mi desnudez de tu ausencia y mi vacío. Cierro los ojos mientras mis lágrimas empapan mi cabello, mientras la cama hace de tu cuerpo. Yo sigo soñando... que sigues esperándome; con mi promesa en la puerta, con mi beso en tu boca, con mis uñas en tu espalda y tú... sentadito en tu cama. "

martes, 5 de mayo de 2009

Tu me posees...


Por la mañana te encuentro escondido entre mis sábanas...
escurrido por mis piernas, aferrado a mi pecho; me envuelves, me quemas, te vas apoderando de todos los anhelos y de cada respiro del día...

Mientras me baño, tus besos empapan mi cuerpo; cuando me visto tus brazos son de algodón y de colores! y cada que me veo al espejo, te veo reflejado en mis ojos. Me sonríes desde dentro, triunfante y retándome, te sientes satisfecho.

Tu me posees, algo va pasándome, extrañamente vas ahogándome con tu aliento como si estuvieras aquí! Tú me posees, me convierto en tí, cada mañana vas invadiendo todo mi cuerpo. Y no te conformas con eso, inundas mi alma, mis ojos cansados, mis manos heladas, mis brazos solitarios, mis pies inquietos, mis labios danzantes... todo eso lo haces tuyo en sólo un instante.

Tú me posees, no importa cómo, no importa cuándo, tu no preguntas, ni adviertes; tu sólo besas sin pedirme me tienes...