lunes, 30 de noviembre de 2009

MI DÍA...


Me desperté empapada, no sé si de sudor o de lágrimas
estuve sentada por un largo rato en medio de mi cama...
hasta que las sábanas me secaron toda, aún contra mi voluntad
y esos poros míos, sometidos, me escupieron a la realidad.

Tú, ya no estabas, mi piel sigue esperando que aparezcas
mi día principiante va caminando ansioso, sin detenerse
con paso serio... pero tambaleándose.

¿Dónde andarás tú? ¿A quién estarás inundando, con esos charcos negros?... ¿Quién estará temblando, gracias a tus manos? ¿Es tan dificil hablarme?, mi día pasa corriendo para llegar a dormir a tiempo; no me di cuenta que el sol se había cansado de alumbrarme mientras te pensaba. Me pareció que le bastaron dos segundos para crecer y con esa prisa suya de alcanzar al sol lo derrumba todo... cuando empiezo a saborear tu sombra, cuando cruzamos tres palabras, se va corriendo y en esos piesesitos de niño inquieto, se lleva todos los besos que te tejí por la tarde para que me voltearas a ver.

sábado, 28 de noviembre de 2009

PINTAME LOS PASOS


No entiendo mi camino, ni sus colores, ni mis dedos, ni mis huellas… no entiendo que estoy haciendo a tu lado, pero me gusta perseguirte. Con tus pies cansados de caminar barro y música, empapado de sueños que vas tirando; me huyes y te encuentro, castigas mis ojos, sellas mi boca con el sol de tu desierto… y yo que sigo sin entenderlo.

Píntame los pasos, con ese pincel; el color tú lo eliges, píntame los ojos y las manos, la espalda y la cadera, píntame las uñas también… para saber por dónde andar y qué decir en el silencio cuando platico con mi soledad.

Pero que seas tú, fabrícame otro par de pies; regálame otra boca pégala en mi frente como recompensa por portarme bien… enséñame a besar con los dientes, a acariciar con los pies y con mi vientre, enséñame a amar como tú lo haces… a pintar retratos de gente que aún no ha nacido, píntame los pasos… para nunca detenerme.

AMENAZA...


Aún te sueño… y no me cabe ninguna duda que es porque te quiero. Porque todavía te tengo tatuado en las manos, o en los hombros o en la lengua, tal vez en mis senos o mis cejas, pero aquí sigues. Me duelen tus lágrimas, las que no tengo idea si has derramado o no pero me queman y han venido saltando durante cuatro noches, empapando mis sueños y lo llenan todo, tus lágrimas son mares; porqué me dejaste?, tú no sabías estar sin mí, ni yo sin ti… crees que no me duelen las piernas porque tus labios ya no las recorren, piensas que mis manos no se agrietan por no sentir tu piel? Ya durante años.

Porqué te quedaste con ella?, sino sabría cuidarte y de eso estabas seguro; pídele que te cuide, que te ame con todas tus manías… que te ame a cada segundo de su vida, porque te juro que sino lo hace iré hasta ella a demostrarle cómo se te besa, cómo se te entiende y de verdad se arrepentiría… de todo! De haberse ofrecido, de haberte enamorado y tu junto con ella por haberme dejado marchar, por no creer en mí! Te arrepentirías con toda tu alma por dejarme ir! Y yo, por supuesto, te besaría de todas formas, como te gusta! Me sentaría a tu lado para tomar tu mano, veríamos juntos el amanecer para después irme a toda prisa, lejos del mar y sus hechizos, de la lluvia y tus caricias, correría a sentarme en ésta banca de nuevo… la que me salva del peligro que es tu piel para mis sueños.

No quiero hablar...


No quiero hablar, más bien quiero plantar escandalosamente mis deseos pero no quiero emitir ningún sonido, para que nadie sepa lo que siento voy a guardar en una copa de cartón todos los besos que el amor burlón no ha querido sentarse a recibir, voy a iluminar mis ojos con un crayón morado para cuando llore mi cara haga que se rían de mí… y no me pregunten qué tengo? Me evitarán el dolor de mostrarles mi lengua sedienta como mi más clara señal de que no quiero hablar, porque la verdad tengo miedo de empezar a contar y no poder detenerme que se me acabe la saliva, que mis dientes no vuelvan a tocarse, o no tener más sonidos que inventar y cuando me suba de nuevo al tren nadie me mire

porque ya no puedo gritar.

Por eso prefiero callarme ahora, escuchar a un navegante cantarle a un pequeño pintor que utiliza la pared como lienzo de sus sueños… caminar por horas y sonreírle a los perros ya no a los humanos, ellos me mintieron! Y voy a cantar mientras camino y sonrío… para que todos me escuchen, cantaré en silencio. Llenaré una maleta con todos mis malos recuerdos y viajaré hasta Cancún con ellos, los tiraré en el mar… fumaré un cigarro mientras se hunden y contaré mis cabellos uno por uno, poniéndoles nombre, así los conoceré mejor… pero no voy a hablar, masticaré mis sentimientos hasta que se les vaya el sabor… a no sé dónde… y cuando lo haga voy a comer flores cubiertas de chocolate. Y voy a gritar con mis manos; gritaré que le tengo miedo a ésta soledad, hilaré una colcha con mis besos, después iré a acostarme arropando mis sueños con mi colcha nueva, dormida regañaré a mis impulsos porque no quiero hablar y me dan comezón éstas ganas de volar, de ver cómo llueve y no sentir nada… no quiero hablar, porque mis sueños no son tan ruidosos… mejor siéntate y ayúdame a escuchar.